Patrick es un hombre reservado que vive en una casa móvil en un apartado parque de caravanas, lejos del bullicio y las distracciones del mundo exterior. Su vida transcurre en la quietud de la soledad, sin contacto con los demás, hasta que una noche una violenta tormenta cambia por completo su rutina. En medio de la tormenta, una joven aparece en su puerta, buscando refugio del clima hostil. Aceptando su solicitud, Patrick la deja entrar, sin saber que esta decisión desencadenará una serie de eventos inesperados.
A medida que avanza la noche, la joven empieza a indagar sobre Patrick, y lo que al principio parecía un simple encuentro casual se convierte en una serie de incógnitas. Con cada conversación, se hace más evidente que hay algo extraño en él, algo que no logra comprender del todo. A medida que las horas pasan, su curiosidad la lleva a hacer preguntas más profundas, pero la respuesta de Patrick es siempre evasiva, lo que la inquieta aún más.
Mientras la joven empieza a sentir que algo no está bien en el lugar, Patrick, por su parte, comienza a dudar de sí mismo. Su percepción de la realidad se vuelve cada vez más confusa y distorsionada. Es como si las fronteras entre lo real y lo imaginario comenzaran a desdibujarse, poniendo en peligro su propio sentido de control. La presencia de la joven parece desatar algo en su interior, algo que ni él mismo comprende.
El suspenso crece conforme ambos personajes se ven atrapados en una atmósfera cargada de tensión. La joven comienza a sospechar que Patrick oculta algo siniestro, pero al mismo tiempo, Patrick se enfrenta a una creciente sensación de paranoia y duda. Ambos se ven envueltos en un juego psicológico en el que la realidad se fragmenta y las intenciones de cada uno se vuelven inciertas.