James Logan, mejor conocido como Wolverine, tiene una historia marcada por dolor, traición y una transformación que lo definiría para siempre. Nacido como James Howlett en las remotas tierras canadienses, su infancia estuvo marcada por tragedias familiares. A una edad temprana, Logan descubrió que su verdadero padre no era quien pensaba, y tras una violenta confrontación, despertó sus habilidades mutantes: garras de hueso que brotaron de sus manos, junto con un factor de curación extraordinario que le permitió sobrevivir a casi cualquier herida.
Desde joven, Logan estuvo en constante conflicto con su hermano Victor Creed, quien más tarde adoptaría el nombre de Sabretooth. Aunque ambos compartían una conexión de sangre, sus vidas tomaron caminos opuestos. Mientras Logan luchaba por encontrar su lugar en el mundo, Victor se entregaba a una vida de brutalidad, lo que resultó en una feroz rivalidad entre los dos, llena de enfrentamientos violentos y una enemistad que perduró por décadas.
Sin embargo, el mayor cambio en la vida de Logan llegó cuando fue reclutado por el programa Arma X, un proyecto de fuerzas especiales secretas del gobierno. Allí, fue sometido a crueles experimentos que alteraron su cuerpo para siempre. Uno de los experimentos más drásticos consistió en implantarle un esqueleto recubierto de adamantium, un metal prácticamente indestructible. Esta modificación no solo le dio garras de metal, sino que también aumentó su ya formidable resistencia y agilidad, convirtiéndolo en una máquina de combate casi invulnerable. Sin embargo, el costo fue alto: los recuerdos de su humanidad y su identidad fueron manipulados y borrados, dejándolo atrapado en un tormento psicológico.
Durante su tiempo en Arma X, Logan fue utilizado como una herramienta, realizando misiones peligrosas y letales bajo órdenes, pero siempre luchando con los traumas de sus experiencias y la pérdida de su propia memoria. A pesar de ser un ser casi indestructible, Wolverine era un hombre roto por las cicatrices de su pasado y su lucha constante entre la naturaleza salvaje que lo definía y la humanidad que intentaba recuperar.