
En una época en la que las conversaciones sobre identidad de género están tomando el lugar que merecen en la esfera pública, el cine vuelve a ser un vehículo poderoso para explorar estos temas con humanidad y empatía. La más reciente apuesta cinematográfica protagonizada por Will Ferrell ofrece una mirada entrañable, valiente y profundamente conmovedora sobre la amistad, la identidad y el poder del apoyo incondicional.
La historia comienza cuando el personaje de Ferrell, un hombre común con una vida relativamente estable, recibe una revelación que cambiará su mundo: su mejor amigo de toda la vida, Harper, se identifica como mujer trans. Este momento, cargado de emociones y preguntas, no se convierte en un punto de ruptura, sino en el inicio de un viaje transformador para ambos. A través de esta noticia, se despliega una historia que trasciende la identidad de género para hablar del amor fraternal, la lealtad y el valor de caminar al lado de quienes más queremos, incluso si el camino es incierto o desafiante.
Lejos de los estereotipos y de los enfoques sensacionalistas, la película apuesta por una narrativa honesta y cálida, donde el humor característico de Ferrell sirve como un puente emocional para el espectador. Su personaje, en lugar de rechazar o cuestionar a Harper, decide acompañarla en un proceso de transición no solo físico, sino también social y emocional. Juntos, se embarcan en un recorrido que no solo busca presentar al mundo a la verdadera Harper, sino también entender qué significa realmente ser uno mismo y ser aceptado por quienes más importan.