
En el universo cinematográfico de la ciencia ficción moderna, pocas franquicias han logrado capturar la imaginación del público con tanta fuerza como Transformers. La película dirigida por Michael Bay da inicio a una saga de acción trepidante y espectaculares efectos visuales, centrada en la figura de un joven que, sin buscarlo, se convierte en el eje de una guerra interestelar.
Sam Witwicky, un adolescente común y corriente que solo quiere encajar en su entorno, ve su vida transformada por completo cuando se ve arrastrado al conflicto ancestral entre dos razas de robots alienígenas capaces de cambiar de forma: los heroicos Autobots y los despiadados Decepticons. Esta guerra milenaria, librada en secreto durante siglos, se traslada a la Tierra en busca de un artefacto de poder inconmensurable, cuya ubicación está inadvertidamente ligada a la familia de Sam.
Lo que en principio parece una historia juvenil típica —el chico inadaptado, el coche nuevo, el interés amoroso— da un giro radical cuando Sam descubre que su primer auto es, en realidad, Bumblebee, un Autobot enviado para protegerlo. Pronto se ve envuelto en persecuciones, explosiones, y una guerra que podría decidir el destino de la humanidad.
Los Decepticons, liderados por el temible Megatron, no se detendrán ante nada para obtener el poder oculto. Para ellos, Sam no es más que la llave que desbloquea una fuente de energía capaz de inclinar la balanza del conflicto a su favor. En cambio, los Autobots, comandados por el noble Optimus Prime, ven en Sam una oportunidad para forjar una alianza con los humanos y preservar la libertad frente a la tiranía.