
En un futuro cercano marcado por los avances exponenciales de la tecnología, el Dr. Will Caster, interpretado por Johnny Depp, se erige como una figura clave en el desarrollo de la inteligencia artificial. Reconocido mundialmente por su brillantez, Caster persigue una meta ambiciosa: crear una máquina consciente que no solo posea la inteligencia colectiva de la humanidad, sino que también sea capaz de experimentar emociones humanas. Este objetivo, sin embargo, lo convierte en una figura polémica, idolatrada por unos y temida por otros.
Los avances del Dr. Caster despiertan la alarma de un grupo radical de extremistas anti-tecnológicos, quienes ven en sus experimentos una amenaza directa a la esencia de la humanidad. Su lucha contra lo que consideran una invasión tecnológica los lleva a cometer un atentado contra el propio Caster, dejándolo gravemente herido. Este ataque se convierte en el punto de inflexión que lleva a su esposa Evelyn (Rebecca Hall), también científica y ferviente defensora de sus ideales, a tomar una decisión desesperada: transferir la conciencia de Will a la supercomputadora que él mismo ha diseñado.