Han pasado cuatro años desde que un aterrador tiburón blanco atacó el pequeño pueblo costero de Amity, dejando una huella imborrable en la comunidad. Aunque el peligro parece haber quedado atrás, el jefe de policía Martin Brody sigue viviendo bajo la sombra de esa amenaza, temeroso de que el peligro pueda regresar en cualquier momento. Mientras tanto, el alcalde de Amity está decidido a devolverle al pueblo la vitalidad que le ha faltado, por lo que inicia una serie de proyectos para atraer nuevamente al turismo, una de las principales fuentes de ingresos del lugar.
Sin embargo, la tranquilidad que el alcalde desea para su comunidad se ve interrumpida cuando dos submarinistas que exploraban la zona en la que se había visto al tiburón desaparecen misteriosamente. Los rumores sobre un nuevo ataque empiezan a correr rápidamente, y la preocupación de Brody se incrementa. Con la llegada del verano y el aumento de turistas en el pueblo, el jefe de policía teme que un nuevo ataque pueda tener consecuencias desastrosas para la seguridad de los habitantes y visitantes de Amity.
Mientras tanto, la situación se complica aún más cuando un grupo de jóvenes, entre los que se encuentran los hijos de Brody, se embarcan en una excursión a una península cercana. Este nuevo riesgo eleva aún más la tensión en el pueblo, pues la incertidumbre sobre la presencia del tiburón acechando cerca de las costas pone a todos en alerta máxima.