
En el vasto universo de los superhéroes, pocos personajes son tan emblemáticos y complejos como Thor, el dios del trueno. Inspirado en la mitología nórdica y adaptado al universo de Marvel, Thor es un ser poderoso, hijo de Odín y heredero del trono de Asgard. Sin embargo, su camino hacia la grandeza no es directo ni exento de tropiezos. Su historia comienza con una caída: su destierro del reino celestial al mundo de los humanos.
Odín, rey de Asgard y padre de Thor, toma una dura decisión cuando su hijo, cegado por el orgullo y la arrogancia, desobedece sus órdenes y pone en peligro la estabilidad del reino. Como castigo y enseñanza, lo destierra a Midgard, el nombre asgardiano de la Tierra. Sin su martillo Mjolnir ni sus poderes divinos, Thor se encuentra de pronto entre los humanos, sin privilegios ni títulos, forzado a experimentar la vida desde una nueva perspectiva.
Es en la Tierra donde comienza su transformación. Al llegar, Thor se cruza con Jane Foster, una astrofísica brillante que estudia anomalías cósmicas. Junto a ella y su equipo, Thor empieza a comprender la humildad, la compasión y el verdadero significado del liderazgo. Estos vínculos humanos, especialmente la relación con Jane, no solo lo acercan a la humanidad, sino que lo ayudan a descubrir una fortaleza interior más allá de sus habilidades sobrenaturales.