
En medio de una intensa tormenta de nieve, Darby Thorne, una joven estudiante universitaria, se ve obligada a hacer un alto en el camino mientras viaja para atender una emergencia familiar. Las condiciones climáticas la dejan varada en una remota parada de descanso junto a un grupo de desconocidos. Lo que parecía ser una simple espera forzada por el mal tiempo, pronto se transforma en una experiencia aterradora cuando Darby descubre algo estremecedor: una niña secuestrada encerrada en una furgoneta estacionada afuera del refugio.
Este hallazgo da inicio a una angustiante carrera contrarreloj. Con la certeza de que uno de los presentes es el responsable del secuestro, Darby debe actuar con cautela para identificar al culpable sin alertarlo. En un entorno aislado y rodeada de nieve, sin señal de celular ni posibilidad de pedir ayuda, cada segundo cuenta. La protagonista se ve envuelta en un juego de desconfianza, tensión y estrategia, en el que cualquier paso en falso podría poner en peligro tanto su vida como la de la niña.
La historia se desarrolla como un thriller claustrofóbico y psicológico, donde el aislamiento físico se convierte en un espejo del aislamiento emocional de los personajes. Mientras Darby intenta descifrar quién de los presentes es el secuestrador, también debe enfrentarse a sus propios demonios internos y demostrar una valentía que ni ella misma sabía que tenía. El clima, con su nieve incesante y su frío opresivo, funciona como un personaje más en la historia, acentuando la sensación de encierro y peligro.