
En una pintoresca isla canaria, donde el tiempo parece detenerse y la vida fluye con la calma del mar, Leo (interpretado por Paco León) lleva una existencia despreocupada. Soltero empedernido y encantador mujeriego, su mundo se reduce a los placeres simples del día a día. Todo cambia drásticamente cuando su rutina se ve interrumpida por la inesperada llegada de Julia (Silvia Alonso), una antigua aventura amorosa proveniente de Bilbao. Sin previo aviso, Julia le entrega una bebé de apenas unos meses, asegurando que es su hija, Alba, y desaparece sin dejar rastro.
Conmovido pero completamente inexperto en el arte de la paternidad, Leo se ve obligado a replantearse su estilo de vida. Decidido a devolver a la niña a su madre, emprende un viaje a Bilbao con la esperanza de encontrar a Julia. Sin embargo, su búsqueda resulta infructuosa. Sin otra opción, Leo regresa a la isla y, poco a poco, se convierte en padre a tiempo completo, improvisando sobre la marcha y dejando atrás sus días de irresponsabilidad.
Ocho años pasan y, contra todo pronóstico, Leo y Alba han formado una familia atípica pero profundamente unida. La niña crece feliz, rodeada de amor, en un entorno poco convencional pero lleno de ternura, risas y complicidad. La paternidad transforma a Leo, quien encuentra en su hija un propósito que jamás imaginó tener. Sin embargo, esa estabilidad se ve amenazada cuando Julia reaparece repentinamente en sus vidas, dispuesta a recuperar la custodia de Alba tras años de ausencia.