La agente especial del FBI, Illeana Scott (Angelina Jolie), es una experta en perfiles psicológicos, lo que le permite identificar patrones en la conducta criminal y anticipar los movimientos de los delincuentes más peligrosos. Su habilidad es requerida por la policía de Montreal, Canadá, para colaborar en la captura de un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Este asesino tiene un modus operandi perturbador: tras matar a sus víctimas, asume sus identidades, lo que hace que la investigación sea aún más enigmática.
Cuando Scott llega a Montreal, se enfrenta a un escenario de desconcierto y confusión. La policía local no ha logrado avanzar en la investigación, y la falta de pistas claras parece hacer el caso cada vez más complejo. Sin embargo, la agente, con su profundo conocimiento de la psicología criminal, comienza a desarrollar una teoría sobre el comportamiento del asesino. A pesar de los obstáculos, la aparición de un testigo clave, James Costa (Ethan Hawke), ofrece una nueva esperanza.
Costa es un hombre que, aunque aparentemente no tiene ninguna conexión directa con las víctimas, fue testigo de un momento crucial: vio al asesino en el instante en que se encontraba con una de sus víctimas. Su testimonio, aunque no definitivo, se convierte en una pieza clave de la investigación. Junto a Scott, Costa se convierte en un colaborador fundamental en la búsqueda del asesino, mientras los dos intentan entender la mente perturbada de este criminal que juega con las identidades de sus víctimas.
A medida que la investigación avanza, la conexión entre Scott y Costa se fortalece, y ambos enfrentan el desafío de descifrar un caso que se vuelve cada vez más psicológico y peligroso. La agente Scott debe recurrir a sus habilidades más profundas para desentrañar el perfil del asesino, mientras que la colaboración con Costa los lleva a descubrir pistas que podrían llevar a una confrontación final. La investigación no solo es un reto profesional, sino también un viaje personal lleno de tensiones y sorpresas.