
Rápidos y furiosos (2009) marca el regreso explosivo de la franquicia con sus protagonistas originales, en una historia cargada de velocidad, adrenalina y lealtades puestas a prueba. En esta cuarta entrega, Brian O’Conner (Paul Walker), ahora agente del FBI en Los Ángeles, se ve obligado a aliarse nuevamente con Dominic Toretto (Vin Diesel), un exconvicto con un pasado turbulento, para desmantelar una poderosa red de tráfico de heroína.
Ambos se infiltran en el mundo subterráneo de las carreras ilegales y el crimen organizado, enfrentándose no solo a peligros letales, sino también a sus propios conflictos personales y a una historia compartida marcada por la traición y la redención. Rápidos y furiosos (2009) no solo reaviva la acción con espectaculares persecuciones y secuencias cargadas de tensión, sino que también profundiza en los vínculos emocionales entre sus personajes principales.