
En el mundo del tráfico de drogas, los errores pueden costar caro, y David, un distribuidor de marihuana de poca monta, lo aprende de la peor manera. Intentando hacer una buena acción ayudando a unos jóvenes en apuros, termina siendo víctima de un grupo de criminales que lo asaltan, dejándolo sin dinero y sin mercancía. Este giro inesperado lo pone en una situación extremadamente peligrosa: ahora tiene una deuda importante con su proveedor, un narcotraficante que no se caracteriza precisamente por su paciencia o su comprensión.
Acorralado y sin muchas opciones, David se ve obligado a aceptar una misión desesperada: cruzar la frontera hacia México para recoger un cargamento de marihuana directamente del jefe del cartel. Pero sabe que hacerlo solo levantaría demasiadas sospechas. Necesita una estrategia que lo haga pasar desapercibido. Entonces, se le ocurre una idea tan absurda como ingeniosa: crear una familia falsa y viajar en una casa rodante como si se tratara de unas inocentes vacaciones familiares.
Para completar su plan, recluta a una serie de personajes igualmente fuera de lo común. Contrata a Rose, una stripper con actitud, para que se haga pasar por su esposa. A ellos se les une Kenny, un adolescente torpe pero entrañable, que será su supuesto hijo, y Casey, una joven rebelde que asumirá el rol de la hija mayor. Juntos forman los “Millers”, una familia de fachada tan disfuncional como divertida.