Tres estudiantes de instituto deciden organizar una fiesta épica en la casa de uno de ellos, con la intención de que sea la más increíble de la temporada. Promocionan el evento a través de las redes sociales, asegurando que nadie se puede perder lo que será una noche llena de diversión, música y caos. No solo quieren disfrutar, sino también grabar todo para compartirlo después en línea y ganar fama en su escuela.
A medida que la noticia de la fiesta se difunde, más y más personas, muchas de las cuales ni siquiera conocen a los anfitriones, se presentan en la casa, desbordando rápidamente la capacidad del lugar. Lo que en un principio parecía una reunión controlada entre amigos se convierte en un frenesí de desconocidos, bebidas derramadas y música a todo volumen. Los organizadores intentan mantener el orden, pero las cosas se salen de control.
La situación empeora a medida que surgen complicaciones imprevistas. Un accidente menor desencadena una cadena de eventos desafortunados, desde peleas entre invitados hasta momentos incómodos que son grabados en video. La grabación de la fiesta, que inicialmente parecía una idea genial, se convierte en un riesgo cuando se empieza a filtrar material comprometedor de la noche. Mientras todo esto ocurre, los chicos intentan salvar lo que queda de la fiesta, pero la tensión crece a medida que el caos se expande.
El punto de quiebre llega cuando la policía, alertada por las quejas vecinales sobre el desorden, se presenta en la casa. Los chicos se enfrentan a las consecuencias de sus acciones, no solo por la fiesta descontrolada, sino también por los videos y fotos que ahora están circulando en internet. Lo que comenzó como una oportunidad para destacar se transforma en un desastre, dejando a los estudiantes enfrentando las repercusiones de una noche en la que las expectativas de diversión se vieron rápidamente aplastadas por las sorpresas y los errores de la vida en línea.