
Elm Street, ese tranquilo vecindario que muchos creían olvidado, vuelve a ser escenario de terror con la llegada de una nueva familia. La casa que ahora habitan había permanecido deshabitada durante mucho tiempo, quizás debido a la oscura historia que la envuelve. Sin embargo, la familia, buscando un nuevo comienzo, ignora el pasado siniestro que se oculta tras sus paredes.
Poco después de instalarse, los jóvenes de la familia comienzan a experimentar extrañas y perturbadoras pesadillas. Estas no son simples sueños, sino ecos del horror que años atrás sembró Freddy Krueger, el temible asesino que acecha a sus víctimas en el mundo de los sueños. La leyenda de Krueger no ha desaparecido; su presencia vuelve a sentirse con intensidad, amenazando con romper la barrera entre el sueño y la realidad.
Uno de los jóvenes pronto se da cuenta de que no se trata de meras pesadillas, sino de un intento de Freddy por poseerlo y controlar sus acciones desde el mundo onírico. Krueger busca transferir su maldad al plano real, utilizando a este joven como instrumento para continuar su obra macabra. A pesar de la resistencia del joven, la influencia del asesino es tan poderosa que termina cediendo y se ve obligado a cometer actos terribles, que solo incrementan el miedo y la desesperación dentro del hogar.