
Colton Riggs, un expolicía con un pasado lleno de cicatrices físicas y emocionales, había logrado algo que muchos en su situación consideran imposible: dejar atrás la violencia, la adrenalina y los peligros de su antiguo trabajo. Tras años de servicio en las calles, había optado por una vida más tranquila y apartada, con la esperanza de encontrar algo de paz y redención. Sin embargo, su retiro duraría menos de lo esperado.
La calma de su nueva existencia se rompe abruptamente cuando se ve inesperadamente envuelto en una compleja red de espionaje internacional. Lo que comienza como una simple coincidencia —un encuentro fortuito, una llamada sospechosa, un paquete equivocado— se transforma en una cadena de eventos que lo arrastran de regreso al mundo del peligro, solo que esta vez, el enemigo no son criminales comunes, sino organizaciones con recursos casi ilimitados y objetivos globales.
A medida que Riggs intenta desentrañar el misterio que lo rodea, descubre que su involucramiento no es casual. Viejas conexiones, favores del pasado y secretos enterrados resurgen, haciendo que el expolicía comprenda que hay mucho más en juego que su propia seguridad. Pronto se encuentra luchando no solo por sobrevivir, sino por impedir que una operación encubierta desencadene una crisis internacional de proporciones catastróficas.
Lo que diferencia a Riggs de otros héroes del género es su humanidad. No es un agente secreto entrenado para misiones imposibles ni un soldado de élite. Es un hombre común con habilidades adquiridas a lo largo de los años y una fuerte brújula moral. Esa combinación lo convierte en una figura empática y profundamente realista dentro de una historia cargada de acción, giros inesperados y tensión constante.