Ojos bien cerrados

William Harford, un médico exitoso de Nueva York, tiene la vida que muchos envidiarían: está casado con la atractiva Alice, tiene una hija y un trabajo que le apasiona. Sin embargo, todo cambia cuando, tras asistir a una fiesta, Alice le confiesa que tiene fantasías eróticas y que estuvo a punto de abandonar su matrimonio por un desconocido. Esta revelación lo deja conmocionado y lleno de dudas sobre su relación y su vida en general.

Atónito por lo que acaba de escuchar, William se ve arrastrado a un mundo desconocido cuando entra en un club nocturno. Allí, un antiguo compañero le habla sobre una secta secreta que se dedica al placer sin límites, donde el hedonismo es la única regla. Intrigado por la propuesta, William decide sumergirse en este enigmático universo, y pronto se ve atrapado en un ciclo de deseos y tentaciones que lo empujan cada vez más lejos de su vida anterior.

A medida que se adentra en este mundo de sexo y erotismo, William se enfrenta a las consecuencias de sus acciones, mientras lucha por equilibrar su moralidad con sus deseos más profundos. Lo que al principio parecía una simple curiosidad se convierte en una obsesión que amenaza con desestabilizar su vida personal y profesional. La diferencia entre lo correcto y lo prohibido se difumina, y William se ve obligado a enfrentarse a las sombras de su propia naturaleza.