
Nacho es un hombre que ha vivido toda su vida en las sombras de un monasterio en México. Criado entre monjes, ha terminado convirtiéndose en el cocinero del lugar, encargado de alimentar a un grupo de huérfanos que residen en la institución. Sin embargo, hay un problema evidente: todo lo que cocina sabe terrible. Según Nacho, la culpa no es suya, sino de los ingredientes de pésima calidad con los que tiene que trabajar. A pesar de sus esfuerzos, sus comidas dejan mucho que desear, y él mismo empieza a sentirse cada vez más fuera de lugar en el entorno en el que creció.
Aunque Nacho no destaca por su talento culinario, sí tiene un gran corazón. Siente un profundo cariño por los niños huérfanos y quiere ofrecerles algo mejor. Su deseo de ayudarlos, sumado a su creciente atracción por la hermosa y bondadosa hermana Encarnación, lo lleva a tomar una decisión arriesgada y poco convencional: adentrarse en el mundo de la lucha libre.
Inspirado por los grandes luchadores que ha visto en la televisión y en los cómics, Nacho adopta una identidad secreta y comienza a participar en combates nocturnos. Lo que comienza como un intento desesperado por reunir algo de dinero extra para mejorar las comidas del monasterio, se transforma en el descubrimiento de una habilidad que nunca supo que tenía. A pesar de su torpeza inicial, Nacho demuestra tener un talento natural para la lucha, sorprendiendo tanto a sus oponentes como a sí mismo.