
En una historia tan divertida como entrañable, tres niños de seis años demuestran que el camino hacia el bien puede estar empedrado de desastres. Todo comienza con una dura lección sobre el mal comportamiento. Los tres protagonistas, conocidos en su escuela por su actitud indisciplinada y energía inagotable, se ven enfrentados a las consecuencias de sus actos después de causar más de una calamidad en clase. Pero en lugar de rendirse o deprimirse, deciden tomar cartas en el asunto… a su manera.
Motivados por un deseo infantil pero genuino de redimirse, los tres pequeños emprenden lo que ellos consideran una misión heroica: realizar la “mejor buena acción del mundo”. Sin embargo, sus ideas sobre cómo lograrlo no son las más ortodoxas. Sin la orientación de un adulto, y con una lógica impulsada más por dibujos animados que por el sentido común, lo que comienza como una misión altruista pronto se transforma en una cadena de desastres descontrolados.
Desde intentar ayudar a una anciana a cruzar la calle (aunque ella no quería cruzar), hasta organizar una limpieza de parque que termina en caos, cada intento de hacer el bien provoca una nueva ola de problemas. Los niños, sin embargo, no pierden el ánimo. Su inocencia y entusiasmo los empujan a seguir adelante, convencidos de que, al final, lograrán hacer algo verdaderamente bueno.