
Los Boxtrolls es una encantadora y peculiar película animada que transporta al espectador a Cheesebridge, una ciudad ficticia de aire post-victoriano cuya sociedad está marcada por una obsesión particular: el estatus social, la riqueza… y los quesos más apestosos. Este mundo cuidadosamente construido combina el humor con una crítica social ingeniosa, al tiempo que presenta una historia entrañable sobre la diferencia, el miedo a lo desconocido y la importancia de la aceptación.
La historia gira en torno a una leyenda urbana profundamente arraigada en la mente de los ciudadanos: según la creencia popular, unas criaturas monstruosas llamadas «Boxtrolls» emergen por las noches desde las alcantarillas para robar lo más valioso que tienen los habitantes de Cheesebridge —sus hijos y su queso. Este temor, promovido por prejuicios y desinformación, ha generado una campaña de persecución contra estos seres, liderada por personajes que se aprovechan del miedo colectivo para escalar socialmente.
Sin embargo, la verdad que esconde esta aterradora fábula urbana dista mucho de la versión oficial. Los Boxtrolls no son monstruos, sino criaturas extrañas y adorables que viven en una comunidad subterránea. Usan cajas recicladas como vestimenta, a la manera en que las tortugas usan sus caparazones, y dedican sus días a recolectar objetos desechados para reutilizarlos con creatividad e ingenio. Son pacíficos, curiosos, y están muy lejos de representar la amenaza que la élite de Cheesebridge pretende imponer.