
En el vasto universo de las comedias paródicas, Hot Shots! 2 (conocida también como Hot Shots! Part Deux) se ha ganado un lugar especial gracias a su combinación de humor absurdo, acción desmedida y una sátira aguda a los grandes éxitos del cine bélico de Hollywood. Esta secuela, dirigida por Jim Abrahams, retoma las aventuras del inigualable Topper Harley, un ex piloto con habilidades sobrehumanas y un carácter tan excéntrico como heroico.
La película comienza con un Topper Harley apartado del mundo, viviendo en reclusión en un monasterio budista. Alejado del caos de la vida militar y de sus antiguas glorias, ahora se dedica a hacer trabajos menores, una vida tranquila que pronto se verá interrumpida por una inesperada visita. La CIA, en apuros tras una cadena de fracasos, lo busca desesperadamente para encabezar una nueva y enrevesada misión de rescate.
El objetivo de la misión parece sacado de un mal chiste, lo cual es precisamente la intención: Harley no solo debe rescatar a un grupo de prisioneros retenidos en Irak, sino que también debe salvar a los soldados enviados anteriormente a rescatarlos, quienes a su vez iban a rescatar a otros cautivos de la fallida operación Tormenta del Desierto. Este bucle de rescates fallidos es una sátira directa al estilo de acción redundante y excesiva del cine de guerra estadounidense.