
En un universo alterno, un Lex Luthor que nunca antes habíamos visto emerge como un inesperado aliado. Este Luthor no es el villano despiadado que conocemos, sino un hombre dispuesto a todo para salvar su mundo. Con una amenaza de proporciones catastróficas acechando su Tierra, busca desesperadamente la ayuda de la Liga de la Justicia, los héroes más poderosos del multiverso. Luthor necesita su apoyo para enfrentarse a un enemigo mortal: el Sindicato del Crimen, un grupo compuesto por versiones malignas de los propios miembros de la Liga.
El Sindicato del Crimen, como su nombre indica, es una organización de criminales con poderes idénticos a los de los héroes que conocemos, pero con una visión completamente corrupta y destructiva. Cada uno de sus miembros es el reflejo oscuro de los héroes más venerados del universo, pero bajo una moral distorsionada que los lleva a buscar el caos y el control. En el centro de esta organización se encuentra Owlman, el líder del grupo, una versión perversa de Batman. Owlman, con su intelecto y su naturaleza implacable, es el arquitecto de un plan que amenaza con destruir no solo la Tierra de Luthor, sino todas las realidades del multiverso.
La misión que Luthor plantea es clara: reclutar a la Liga de la Justicia para luchar contra este grupo maligno y evitar que su mundo se desplome bajo el yugo del Sindicato del Crimen. Sin embargo, lo que parecía una simple alianza entre héroes y un antiguo enemigo se convierte en una batalla que trasciende los límites de los universos. Mientras los héroes se preparan para una guerra que podría aniquilar a ambos mundos, las tensiones aumentan. Los miembros de la Liga deben enfrentarse no solo a su propia moralidad, sino a versiones retorcidas de sí mismos, en una lucha donde la distinción entre el bien y el mal se difumina peligrosamente.