
En el corazón de una ciudad que nunca duerme, donde el crimen y la desesperanza se han convertido en una rutina, surge una amenaza que va más allá de la comprensión humana. Esta es la premisa central de una inquietante historia que mezcla el suspenso policial con el horror sobrenatural. El protagonista es Ralph Sarchie, un policía de Nueva York con un pasado atormentado, cuya vida profesional lo ha llevado a enfrentar lo peor de la naturaleza humana. Sin embargo, nada lo ha preparado para los sucesos que están por venir.
Una ola de violencia extrema sacude la ciudad, pero los crímenes no siguen ningún patrón lógico ni tienen una explicación coherente. Sarchie, guiado por su instinto y su experiencia, se adentra en los casos con la esperanza de encontrar una respuesta racional. A medida que investiga, se encuentra con escenas tan perturbadoras que desafían toda lógica y rompen con los límites de la comprensión tradicional del crimen.
La narrativa da un giro inquietante cuando aparece Mendoza, un sacerdote jesuita con un enfoque poco ortodoxo y un pasado igualmente marcado por la tragedia. Mendoza ofrece una explicación que choca con el escepticismo de Sarchie: la causa de esta ola de asesinatos no es otra que la posesión demoníaca. Aunque al principio escéptico, el policía pronto empieza a presenciar fenómenos que no puede ignorar ni explicar, lo que lo obliga a reconsiderar sus creencias.