En una historia que desafía la naturaleza de la fe y la esperanza, Dios ha llegado a la conclusión de que la humanidad ha fallado irreparablemente. Tras miles de años observando las acciones de los seres humanos, Dios ha perdido la fe en ellos, convencido de que los errores y las injusticias cometidas por la humanidad son irreversibles. Como resultado de esta decepción, decide tomar una drástica medida: enviar a su legión de ángeles para erradicar a la raza humana, dándole fin a lo que parece ser un ciclo interminable de sufrimiento y corrupción.
Este acto de condena se presenta como un juicio divino, un castigo que marcaría el fin de la civilización humana tal como la conocemos. Los ángeles, seres poderosos y decididos, no son meros mensajeros, sino ejecutores del destino que aguarda a los hombres. En este contexto apocalíptico, la humanidad enfrenta su segunda oportunidad de ser aniquilada en la historia, un evento tan monumental que pone en duda si hay algo en el mundo que pueda salvar a la raza humana de su destino fatal.
Sin embargo, en medio de esta devastadora invasión celestial, surge una tenue esperanza. Un pequeño grupo de rebeldes, personas que se han apartado de la sociedad y han formado un refugio oculto en el desierto, se convierte en la última resistencia contra el fin del mundo. Este grupo, compuesto por individuos que aún creen en la posibilidad de redención, luchan por sobrevivir a las huestes celestiales que buscan destruirlos. Aunque están completamente desprovistos de recursos y poder frente a las fuerzas divinas, los rebeldes no han perdido la fe en la humanidad y en su capacidad de cambio.
La verdadera esperanza, sin embargo, llega en forma de un aliado inesperado. El arcángel Miguel, conocido por su rol como protector y guerrero de la justicia divina, decide intervenir en este proceso de destrucción. Al igual que en relatos antiguos, Miguel se presenta como un ser con un propósito más grande, dispuesto a desafiar las órdenes divinas por el bien de la humanidad. Su intervención no solo trae consigo la posibilidad de una lucha épica, sino también una reflexión profunda sobre el libre albedrío, la justicia divina y la capacidad de la humanidad para redimirse, a pesar de sus fallos.
A lo largo de la historia, se exploran temas de fe, esperanza y sacrificio. Mientras los rebeldes luchan por sobrevivir y comprender por qué Dios ha perdido la fe en ellos, el arcángel Miguel se enfrenta a un dilema moral: ¿debería seguir las órdenes de su Creador, o permitir que la humanidad tenga una última oportunidad para demostrar su valor? En su intervención, Miguel plantea preguntas cruciales sobre la naturaleza de la humanidad y su relación con lo divino, desafiando las creencias más profundas de ambos lados.