Después de la muerte de su esposo, Madame Clicquot desafía las normas de su tiempo al tomar las riendas de la empresa de vinos que él había fundado. A pesar de enfrentar la oposición y el escepticismo de sus contemporáneos, ella no solo se mantiene firme, sino que transforma radicalmente la industria del champán. Su audaz liderazgo y visión innovadora no solo consolidan su posición como una pionera en el mundo empresarial, sino que también la establecen como una de las primeras grandes empresarias a nivel global. Con determinación y un espíritu revolucionario, Madame Clicquot redefine el panorama del champán, dejando una marca indeleble en la historia.