El 18 de julio de 1994, Benjamín Sheinberg comienza su primer día como médico residente en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires. Sin embargo, ese día su vida toma un giro inesperado cuando una bomba explota en la AMIA, cobrando la vida de 85 personas y dejando una profunda huella de dolor en la sociedad argentina. Con el sentimiento de estar abrumado por la magnitud de la tragedia y sin encontrar respuestas, Benjamín decide abandonar su país y se traslada a Israel en busca de un nuevo comienzo.
En Tel Aviv, Benjamín se encuentra con Rubén (Yair Dori), un amigo cercano de su abuelo, quien lo guía a través de un viaje emocional y transformador. Juntos, emprenden una exploración profunda de la historia de Israel, y Benjamín se ve reflejado en la figura de Jacob, el patriarca bíblico, cuyas luchas y desafíos tienen un eco sorprendente en su propia vida. A través de esta conexión, Benjamín no solo redescubre su identidad personal, sino que también se enfrenta a una poderosa lección sobre la memoria, la justicia y la verdad, que atraviesa los siglos.
La Noche que luché contra Dios es una historia basada en hechos reales que explora las vidas entrelazadas de Benjamín y Jacob. Aunque separados por casi 4.000 años, ambos comparten una causa común: la búsqueda incansable de respuestas ante el sufrimiento, el trauma y la injusticia. La narrativa destaca cómo los ecos de la historia, tanto personales como colectivas, pueden perdurar a lo largo del tiempo, influenciando las decisiones y las luchas de quienes vienen después.
La historia de Benjamín Sheinberg es una reflexión profunda sobre la importancia de la memoria y la justicia en un mundo donde el pasado y el presente están intrínsecamente conectados. A través de su travesía, la película nos invita a entender cómo los conflictos del pasado continúan moldeando nuestro presente, mientras nos impulsa a luchar por la verdad y por la reparación de las injusticias que aún persisten.