
Durante uno de los periodos más oscuros de la historia, la Segunda Guerra Mundial, millones de personas fueron arrancadas de sus hogares y enviadas a campos de concentración en una maquinaria de exterminio sin precedentes. En ese contexto de horror, aún brillan algunos destellos de humanidad, como el que narra esta poderosa historia de sacrificio, esperanza y redención.
Una familia judía es forzada a subir a un tren con destino a Auschwitz, uno de los más temidos campos de concentración del régimen nazi. A bordo del vagón de ganado que los transporta a una muerte casi segura, un padre toma una decisión tan desesperada como valiente. En un último acto de amor, lanza a su hija recién nacida fuera del tren, hacia la nieve, con la esperanza de que alguien la encuentre y la salve.
El destino hace que la pequeña sea hallada por una pareja de leñadores que vive aislada en el bosque. Son personas humildes, marcadas por la pobreza y las privaciones, pero no por la indiferencia. A pesar del peligro que implica acoger a una niña judía en un país ocupado por los nazis, deciden protegerla, ocultarla y criarla como si fuera su propia hija. Para ellos, esa niña no es una carga, sino “la mercancía más preciosa” que jamás hayan tenido.