
En medio del oscuro telón de fondo que supuso la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, florece una historia profundamente humana protagonizada por una joven que encuentra en los libros una tabla de salvación. Liesel Meminger, una niña animosa y valiente, es enviada a vivir con una familia de acogida tras una serie de circunstancias trágicas que marcan su infancia. Lejos de su hogar y en un entorno cargado de tensiones políticas y sociales, la niña encuentra refugio en un pequeño pueblo donde, a pesar del horror de la guerra, comienza a reconstruir su mundo.
Desde su llegada, Liesel no pasa desapercibida. Su curiosidad insaciable y su sensibilidad despiertan algo en las personas que la rodean. Poco a poco, su presencia transforma la vida de quienes la acogen, sus nuevos vecinos y hasta un refugiado judío que se esconde en el sótano de su casa. En ese ambiente opresivo donde la libertad parece extinguirse, la niña descubre un poder que escapa al control de los soldados y las bombas: el poder de las palabras.
A través de los libros —algunos robados, otros regalados— Liesel aprende a leer, y con ello abre una puerta hacia mundos nuevos, pero también hacia una mejor comprensión del suyo. Las palabras se convierten en una herramienta de consuelo, de resistencia y de esperanza. Leer en voz alta durante los bombardeos, compartir cuentos con el refugiado escondido, o simplemente escribir su propia historia, son actos de rebeldía silenciosa y de profundo amor por la vida.