
En un pequeño y pintoresco pueblo pesquero, la vida transcurre tranquila, pero los habitantes enfrentan una oportunidad única para transformar su futuro: una empresa está interesada en construir una fábrica en la zona. Sin embargo, hay un requisito indispensable para que el proyecto se lleve a cabo: el pueblo necesita contar con un médico residente. Sin la presencia de un profesional de la salud, la compañía no dará luz verde al plan. Ante este obstáculo, los habitantes deciden actuar rápidamente y asignan la tarea de encontrar a un médico a Murray French, interpretado por Brendan Gleeson.
Murray, un hombre pragmático y con la determinación de salvar a su comunidad, encuentra a Paul Lewis, un doctor urbano interpretado por Taylor Kitsch, que parece ser la solución perfecta al problema. A pesar de la reticencia inicial de Paul, quien no muestra interés en mudarse a un lugar tan aislado y lejos de las comodidades de la ciudad, los habitantes del pueblo no se dan por vencidos. Con un objetivo claro en mente, deciden hacer todo lo posible para convencerlo de que se quede de forma permanente.
La misión, que comienza como un simple intento de atraer al médico, se convierte en un conjunto de situaciones cómicas y sorprendentes. Los vecinos, unidos por el deseo de mejorar sus vidas a través de la instalación de la fábrica, emplean diversas tácticas para seducir a Paul y hacerle ver que su vida será mucho mejor en su comunidad que en la ciudad. Desde organizar actividades que resalten las virtudes del pueblo hasta crear una falsa imagen de lo que realmente es la vida allí, cada intento resulta en situaciones cada vez más absurdas y graciosas.