
En el apacible y devoto pueblo de San Ramón, la llegada de Ofelia, una joven monja, despierta curiosidad y expectación entre los habitantes. Con una fe inquebrantable y el deseo de servir, ingresa al convento local dispuesta a dedicar su vida a la comunidad. Sin embargo, su vocación es puesta a prueba cuando se le asigna una tarea aterradora: realizar un exorcismo.
El caso involucra a una mujer embarazada que muestra inquietantes signos de posesión demoníaca. Desesperada, su familia acude a la iglesia en busca de ayuda, y Ofelia, a pesar de su inexperiencia, se convierte en su única esperanza. Guiada por sus superiores y armada con su fe, la joven monja se enfrenta a la entidad maligna en un exorcismo angustiante. Finalmente, logra expulsarla… o al menos, eso cree.
La aparente victoria pronto se desmorona. Sombras acechan la casa de la víctima, susurros siniestros rompen el silencio de la noche y Ofelia comienza a sentir que algo la observa. No tarda en darse cuenta de que el demonio no ha desaparecido, sino que la ha elegido como su nuevo objetivo. Su fe, que antes parecía inquebrantable, empieza a resquebrajarse mientras la entidad juega con sus miedos más profundos.
Ahora, Ofelia debe tomar una decisión imposible: ignorar las señales y alejarse, o arriesgar su vida —y su alma— para proteger a la mujer y a su hijo por nacer. Pero enfrentarse al mal implica más que resistir la posesión; significa confrontar sus propias dudas y debilidades. A medida que la amenaza se intensifica, descubre que su mayor batalla no es contra el demonio, sino contra la fragilidad de su propia fe.