
En esta emocionante entrega de La Era del Hielo, la tranquila vida de la manada se ve sacudida por una serie de acontecimientos que pondrán a prueba su unidad y valentía. Manny, el mamut lanudo, está más enfocado que nunca en convertirse en un buen padre, ya que él y Ellie esperan a su primera hija. Esta noticia, aunque alegre, provoca que Manny se vuelva excesivamente protector, lo que genera algunas tensiones dentro del grupo.
Por su parte, Diego, el tigre dientes de sable, comienza a cuestionar su lugar en la manada. Al sentir que está perdiendo su esencia como cazador, considera seriamente la posibilidad de seguir su camino en solitario, lo que plantea un dilema emocional para todos.
El caos se desata cuando Sid, el perezoso con más corazón que sentido común, encuentra tres huevos grandes y decide adoptarlos como propios, convencido de que puede ser una figura paterna. Sin embargo, estos huevos resultan ser de dinosaurio, y la madre de las crías no tarda en aparecer para reclamarlos. En un giro inesperado, Sid es arrastrado al mundo subterráneo donde aún sobreviven estas criaturas prehistóricas.
La manada, decidida a rescatarlo, emprende una peligrosa expedición al misterioso y exuberante mundo bajo tierra. Allí conocen a Buck, una excéntrica comadreja con parche en el ojo que ha pasado años luchando contra los dinosaurios. Con su ayuda, el grupo se adentra cada vez más en lo desconocido, enfrentando amenazas enormes y desafíos imprevisibles.