Arthur Kipps es un joven abogado que trabaja en Londres. Su vida toma un giro inesperado cuando su jefe le asigna la tarea de viajar a un remoto pueblo para encargarse de la venta de una propiedad perteneciente a una clienta recientemente fallecida. Al principio, la misión de Arthur parece sencilla: resolver los trámites legales y vender la casa. Sin embargo, pronto descubre que hay algo extraño en este lugar apartado, y lo que parecía una gestión rutinaria se convierte en una experiencia inquietante.
La casa en cuestión, Eel Marsh House, está ubicada en una zona aislada, rodeada de pantanos, lo que ya le otorga un aire sombrío. Desde su llegada al pueblo, Arthur nota que los habitantes reaccionan de manera extraña a su presencia. Cada vez que menciona la casa o intenta hablar sobre la fallecida propietaria, los vecinos se muestran incómodos y evasivos. Nadie quiere ofrecerle información, y la atmósfera del pueblo es tensa y misteriosa. A medida que intenta avanzar en su tarea, Arthur se siente más desconcertado por la actitud de los habitantes.
Pronto, Arthur experimenta sucesos inexplicables en la casa. En varias ocasiones, tiene la sensación de que algo lo observa, y la figura de una mujer vestida completamente de negro empieza a aparecer ante él. Aunque al principio duda de su propia cordura, no puede ignorar las extrañas coincidencias entre la aparición de esta mujer y los trágicos eventos que han ocurrido en el pueblo. Los vecinos, que parecen temer esta presencia, le advierten de que no se acerque demasiado a la casa, pero Arthur, decidido a cumplir con su tarea, se queda a investigar.
A medida que pasa más tiempo en Eel Marsh House, los sucesos paranormales se intensifican. La presencia de la mujer de negro se vuelve cada vez más frecuente y aterradora, y Arthur empieza a descubrir la relación entre ella y las tragedias que han marcado al pueblo. La figura de la mujer parece estar ligada a una antigua maldición, cuya venganza está destinada a desatarse sobre aquellos que se atreven a desafiarla.