El tiempo en el instituto es, para muchos, una de las etapas más inolvidables de la adolescencia. Para Makoto, Chiaki y Kosuke, tres amigos inseparables, este período tiene un valor aún más especial. A medida que se acercan a su graduación, los tres se esfuerzan por aprovechar al máximo el tiempo que les queda juntos, especialmente disfrutando de su pasión común: el béisbol, que juegan después de clase. Son conscientes de que el próximo año podrían tomar caminos diferentes, y eso les impulsa a crear recuerdos duraderos en cada momento compartido.
Sin embargo, la vida de Makoto da un giro inesperado cuando recibe un don singular: la capacidad de viajar atrás en el tiempo, saltando momentos pasados a voluntad. Este poder le ofrece la oportunidad de evitar errores y modificar decisiones que, en su opinión, podrían mejorar su día o permitirle prolongar la diversión. Al principio, Makoto usa esta habilidad de manera trivial, para escapar de situaciones incómodas o cambiar pequeños detalles, como mejorar su rendimiento en el béisbol o evitar un malentendido con sus amigos.
A medida que la joven comienza a explorar las posibilidades de su habilidad, se da cuenta de que cada salto temporal tiene sus consecuencias. Las decisiones que parece tomar sin importancia empiezan a generar efectos inesperados en la vida de sus amigos y en la suya propia. Lo que parecía un juego se convierte en un dilema más profundo: ¿es correcto manipular el tiempo para evitar problemas o debería aceptar las dificultades y vivir las experiencias tal como se presentan?
A lo largo de esta experiencia, Makoto se enfrenta a una reflexión sobre las consecuencias de sus acciones y sobre el valor de vivir el momento. Descubre que, aunque el tiempo es una herramienta poderosa, no siempre se puede controlar lo que nos depara el futuro y que a veces, la verdadera diversión y crecimiento vienen de aceptar la incertidumbre del presente.