
En una zona fronteriza marcada por la dureza del entorno y la tensión constante entre comunidades, la granja de Tunstall se convierte en un refugio y una oportunidad para aquellos que la sociedad ha dejado de lado. Tunstall, un hombre decidido y con un espíritu de liderazgo, decide contratar como ayudantes a jóvenes que, por diversas circunstancias, han quedado al margen: huidos, vagabundos o simplemente chicos con pocas oportunidades. No solo les ofrece un empleo, sino también educación y guía, transformando la granja en un verdadero semillero de esperanza y aprendizaje.
Entre estos jóvenes destaca uno con una habilidad especial para la puntería, un talento que no pasa desapercibido en un lugar donde la supervivencia puede depender de la precisión y el coraje. Esta característica añade una dimensión extra a la dinámica dentro del grupo y a la narrativa de la comunidad que Tunstall está construyendo.
Sin embargo, la vida en esta región fronteriza no es sencilla ni pacífica. Tunstall y sus ayudantes deben enfrentarse a competidores despiadados dentro del mismo pueblo. Estos rivales, movidos por la codicia y el deseo de controlar los negocios locales, recurren a la violencia sin mostrar el menor temor a las consecuencias. Los asesinatos por la espalda y las amenazas forman parte del día a día, y la lucha por mantener la granja y el proyecto de Tunstall a flote se vuelve una batalla constante contra la injusticia y la brutalidad.