
En la quietud de la noche, dos niños, cada uno viviendo en un rincón del mundo, se enfrentan a una presencia siniestra que los visita repetidamente. Aunque distantes geográficamente, ambos comparten una misma pesadilla: un ser sin rostro que se desliza en la oscuridad de sus habitaciones, con un propósito maligno: apoderarse de ellos. Esta figura, desconocida y aterradora, representa una amenaza que parece surgir de las sombras de sus miedos más profundos.
Uno de los niños reside en un pequeño pueblo, rodeado de naturaleza y silencio, mientras que el otro vive en una ciudad llena de ruidos y luces incesantes. A pesar de la distancia y sus entornos tan diferentes, ambos niños experimentan lo mismo: la aparición de esta entidad cada noche. Al principio, los dos intentan explicarlo como simples pesadillas, pero pronto se dan cuenta de que lo que está ocurriendo es mucho más real y peligroso de lo que podrían imaginar.
Cada noche, el ser sin rostro se acerca más, y con cada encuentro, la sensación de amenaza se intensifica. Los niños intentan advertir a sus padres, pero nadie parece creerles, tachándolos de fantasiosos o asustados sin razón. Sin embargo, la persistencia de esta figura en sus vidas, su extraño conocimiento sobre detalles íntimos y su presencia cada vez más cercana, les demuestra que no se trata de simples imaginaciones.
Con el tiempo, ambos niños descubren que están conectados de una manera que no entienden completamente. La criatura parece tener un interés particular en ellos, y su vínculo con el ser sin rostro se vuelve más evidente. ¿Por qué estos dos niños? ¿Qué es lo que este ente quiere de ellos?
A medida que la amenaza se vuelve más palpable y peligrosa, los niños comienzan a enfrentarse a una dura realidad: deben luchar juntos si quieren sobrevivir. Sin embargo, la batalla contra este ser es más compleja de lo que parece. Los miedos, las inseguridades y las dudas juegan un papel importante en su lucha, y será solo cuando logren comprender el verdadero propósito de la criatura que podrán encontrar una forma de derrotarla.