
La historia de Hombres de Negro 3 arranca con un evento tan inesperado como peligroso: la fuga de una prisión lunar de máxima seguridad por parte de un prisionero letal y singular, Boris el Animal. Este ser no es un criminal cualquiera. Es el último sobreviviente de los bogloditas, una raza alienígena que prosperaba conquistando, atacando y ocupando planetas habitados. Su única forma de supervivencia era a través de la destrucción y la guerra, lo que los convirtió en una amenaza seria para la galaxia.
Boris fue capturado por el agente K, uno de los más experimentados y fríos agentes de la organización secreta que regula la vida extraterrestre en la Tierra: los Hombres de Negro. En un enfrentamiento decisivo, K no solo logró arrestar a Boris, sino que también desplegó un sistema de defensa planetario conocido como “Arc Net”. Este escudo tecnológico impidió una inminente invasión boglodita y condenó a toda su especie a la extinción. La humanidad, y gran parte del universo, debía su seguridad a esa intervención.
Sin embargo, lo que parecía una amenaza neutralizada resurge con fuerza. Boris escapa de su encierro en la Luna de forma violenta y devastadora, dejando tras de sí ruinas y cadáveres. Su objetivo está claro: vengarse del agente K, quien no solo lo capturó, sino que acabó con su pueblo. Esta fuga no es solo una crisis de seguridad, sino un catalizador para una nueva batalla que podría alterar el equilibrio intergaláctico.
La película se adentra en una narrativa que combina ciencia ficción, acción y viajes en el tiempo, mientras el agente J, compañero de K, se ve forzado a retroceder al pasado para evitar que Boris altere la historia. El escape de Boris es más que una simple evasión; es el detonante de un conflicto que explora la lealtad, el deber y las consecuencias de nuestras decisiones.