Arthur Fleck, un comediante fracasado marcado por una vida de rechazo y sufrimiento, encuentra una inesperada chispa de esperanza en el lugar más oscuro: el Hospital Estatal de Arkham. Allí, mientras cumple una sentencia por sus recientes acciones violentas, su destino se cruza con el de Harleen Quinzel, una joven psiquiatra brillante y ambiciosa, pero profundamente afectada por la misma oscuridad que consume a Fleck.
Desde el primer encuentro, la conexión entre ambos es inmediata y cargada de una intensidad perturbadora. Harleen, cautivada por la complejidad emocional de Arthur y su vulnerabilidad, comienza a cuestionar su propia moralidad y su dedicación al sistema de salud mental. A medida que los días pasan, Arthur, quien lucha por encontrar su lugar en un mundo que lo desprecia, empieza a ver en Harleen algo más que una simple profesional: una compañera que, al igual que él, se siente atrapada en un ciclo de dolor y soledad.
Sin embargo, lo que comienza como una relación de confianza y dependencia pronto se transforma en algo mucho más oscuro y peligroso. Mientras Arthur sigue su descenso hacia la locura, su relación con Harleen se vuelve más caótica. La joven psiquiatra, inicialmente interesada por ayudar a Arthur, comienza a sucumbir a la fascinación por su personalidad impredecible y su rebeldía contra las normas de la sociedad. Este fascinante, aunque destructivo vínculo, va empujando a ambos hacia un abismo del que es imposible escapar.
Tras la liberación de Arthur de Arkham, ambos inician una peligrosa travesía que los lleva por las calles de Gotham, donde el amor entre ellos se mezcla con la violencia, la anarquía y la desesperación. Cada paso que dan juntos los arrastra más hacia la perdición, en un viaje que, aunque parece prometedor en sus momentos más dulces, está marcado por la inevitabilidad del caos y la tragedia. La atracción que sienten el uno por el otro se convierte en una fuerza imparable, pero también en una condena que los destruye desde dentro.
A medida que Arthur adopta por completo su alter ego de Joker, un símbolo de caos y desorden, Harleen sigue su ejemplo, perdiendo la cordura y transformándose, lentamente, en Harley Quinn. Juntos, se convierten en una pareja tóxica y destructiva, un vínculo que, aunque aparentemente está basado en el amor, está profundamente marcado por la desesperación y la locura. La ciudad de Gotham, tan corrompida como sus dos protagonistas, se convierte en su escenario final, un lugar donde la esperanza ya no tiene cabida y donde el amor se redefine como una fuerza devastadora.
La historia de Arthur y Harleen es una tragedia anunciada, un relato de cómo dos almas rotas se encuentran en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y cómo, juntos, eligen caer en la oscuridad que les promete un amor fatal e irremediable.