Deuce Bigalow: European Gigolo es una comedia que lleva a su protagonista, Deuce Bigalow (interpretado por Rob Schneider), a nuevas y absurdas aventuras por Europa. En esta secuela de la película Deuce Bigalow: Male Gigolo (1999), Schneider da vida nuevamente a un personaje entrañable, un limpiador de peceras que, a pesar de su ingenuidad y buen corazón, se ve envuelto en situaciones cada vez más caóticas.
Al inicio de la película, Deuce cree que ha dejado atrás su carrera como gigoló. Tras haber tenido una experiencia turbulenta en la primera entrega, en la que se vio involucrado en un mundo de lujo, mujeres y situaciones comprometedoras, el personaje parecía haber encontrado una vía más tranquila en la vida. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Deuce es atraído nuevamente por la tentadora posibilidad de regresar a su vida de «placer pagado», un trabajo que parecía haber abandonado definitivamente.
Todo comienza cuando su antiguo proxeneta, Hicks (Eddie Griffin), se ve implicado en una serie de asesinatos que afectan a los gigolós más destacados de Europa. En un giro inesperado de los acontecimientos, Deuce se ve obligado a regresar a la vida de gigoló, pero esta vez con una misión mucho más seria: limpiar el nombre de su amigo y demostrar su inocencia. Para ello, Deuce debe infiltrarse en un mundo aún más peligroso y retorcido, enfrentándose a la poderosa Unidad Europea de Prostitutos, una organización que supervisa a los trabajadores sexuales en todo el continente.
A lo largo de la película, Deuce no solo se enfrenta a situaciones cada vez más extravagantes y cómicas, sino que también debe lidiar con una serie de clientes muy peculiares. Estos personajes, cada uno más extraño que el anterior, le proporcionan a la trama una constante dosis de humor absurdo y situaciones impredecibles. Sin embargo, el verdadero giro llega cuando Deuce conoce a Eva (Hanna Verboom), una mujer fascinante pero con un problema personal significativo: sufre de un trastorno obsesivo-compulsivo. A pesar de sus rarezas, Eva es increíblemente talentosa, y su relación con Deuce empieza a florecer en medio de este torbellino de caos.
La química entre Deuce y Eva añade una capa de dulzura a la película, mientras que el cómico personaje de Deuce sigue siendo el alma del espectáculo. A lo largo de su misión como espía de incógnito, Deuce debe equilibrar su torpeza natural con la necesidad de ser astuto y discreto, lo que genera situaciones cómicas y, a veces, entrañables. La película no solo explora los límites de lo absurdo, sino que también juega con las convenciones del cine de acción y espionaje, pero siempre manteniendo su tono ligero y humorístico.
En resumen, Deuce Bigalow: European Gigolo es una comedia que, aunque no se toma demasiado en serio, ofrece un espectáculo entretenido lleno de risas, momentos extravagantes y un toque de romance inesperado. A través de su protagonista, Deuce, los espectadores pueden disfrutar de un viaje cargado de humor absurdo y situaciones disparatadas, mientras la película explora la amistad, la lealtad y las relaciones personales en un contexto muy peculiar.