Frozen: Fiebre Congelada

En el mágico reino de Arendelle, cada momento especial se celebra con alegría y unión, y esta vez no es la excepción. El cumpleaños de Anna se acerca y su hermana Elsa, junto a Kristoff, quiere asegurarse de que sea un día verdaderamente inolvidable. Tras los desafíos que han enfrentado juntas —desde el aislamiento hasta salvar su reino—, Elsa está decidida a recompensar a Anna con la mejor celebración de todos los tiempos. Sin embargo, incluso las mejores intenciones pueden verse complicadas cuando se mezclan con poderes mágicos incontrolables.

Elsa, reina de Arendelle y dueña de un don helado que aún no termina de dominar del todo, se propone organizar una fiesta sorpresa perfecta. Con la ayuda de Kristoff, el fiel reno Sven y, por supuesto, el entrañable muñeco de nieve Olaf, todo parece ir viento en popa. La decoración, los regalos y los detalles están cuidadosamente planeados. No obstante, el entusiasmo y el esfuerzo que Elsa pone en los preparativos comienzan a tener un costo.

A medida que avanza el día, Elsa empieza a mostrar señales de agotamiento. Lo que en principio eran pequeños estornudos se convierten en una manifestación de su magia que escapa de su control. Cada estornudo da lugar a la aparición de diminutas criaturas de nieve, traviesas y descontroladas, que amenazan con arruinar la fiesta. Sin embargo, fiel a su carácter, Anna no tarda en darse cuenta de que algo no está bien, y su prioridad rápidamente pasa de disfrutar su cumpleaños a cuidar de su hermana.