Fatum

Sergio es un jugador compulsivo atrapado en el ciclo destructivo de las apuestas. Como tantos otros que caen en el mundo del juego, ha perdido más de lo que puede contar: dinero, tiempo, relaciones, e incluso la esperanza de salir adelante. Pero un día, todo cambia. Tras recibir un misterioso aviso —una llamada, un mensaje, una intuición— decide volver una vez más a la casa de apuestas que tantas veces ha visitado. Su objetivo: recuperar lo perdido, saldar cuentas con el pasado y, tal vez, encontrar una redención imposible.

Lo que Sergio no imagina es que ese día marcará un antes y un después en su vida. Mientras se sienta frente a las máquinas, calculando probabilidades que nunca están a su favor, el ambiente del local se torna tenso. Un segundo jugador entra en escena, pero no lo hace como uno más del grupo de desesperados que buscan una racha de suerte. Esta vez, entra armado. Lleva una pistola, los ojos cargados de furia y desesperación. Lo que empieza como una amenaza pronto se convierte en tragedia.

Un disparo rompe el silencio. Es un instante breve, pero suficiente para cambiarlo todo. La violencia irrumpe con brutalidad en un lugar ya cargado de tensión emocional. Sergio, testigo y víctima, se ve arrastrado por las consecuencias de aquel momento. El suceso, que pudo haber terminado en tragedia total, se convierte en el detonante de una transformación interior.