
Lo que debía ser un simple trámite dentro de un consulado de los Estados Unidos se convierte en el inicio de una pesadilla para Sara, una exsoldado de élite que pensaba haber dejado atrás los días de combate. Su hijo desaparece sin dejar rastro dentro del edificio diplomático, y lo que comienza como un incidente desconcertante pronto se transforma en una carrera desesperada por la verdad.
Sara, entrenada para sobrevivir en los entornos más hostiles, se enfrenta a una amenaza completamente distinta: un sistema blindado por la burocracia, la diplomacia y el secretismo. Las autoridades se muestran evasivas, los protocolos parecen más diseñados para encubrir que para esclarecer, y los pocos datos disponibles se desvanecen entre versiones contradictorias. Pero Sara no es una madre común. Su pasado militar le dio herramientas que ahora se convierten en su única ventaja frente a un enemigo invisible.
A medida que profundiza en su propia investigación, Sara comienza a descubrir pistas que apuntan a algo mucho más grande que una desaparición fortuita. Todo indica que está lidiando con una conspiración enraizada en los pasillos del poder, donde su hijo podría haber sido víctima colateral —o blanco directo— de una operación clandestina. La frontera entre lo legal y lo ilícito se desdibuja, y lo que parecía impensable comienza a tomar forma: tráfico de información, encubrimientos internacionales y redes que operan al margen de cualquier ley.