
En una era marcada por los avances tecnológicos y la creciente ambición de la humanidad por conquistar el espacio, una expedición sin precedentes fue lanzada hacia uno de los destinos más enigmáticos del sistema solar: Europa, la cuarta luna de Júpiter. La misión, compuesta por un equipo internacional de seis astronautas, fue organizada por una empresa privada con el objetivo de investigar la posibilidad de vida fuera de la Tierra.
Europa ha sido durante años uno de los cuerpos celestes más prometedores para la búsqueda de vida extraterrestre. Su superficie helada, que esconde un vasto océano subterráneo, ha despertado el interés de científicos de todo el mundo. Con este potencial en mente, se diseñó una misión altamente especializada, conformada por expertos en astrobiología, ingeniería espacial, física y medicina, todos seleccionados cuidadosamente para enfrentar los desafíos extremos del viaje interestelar.