
En el Madrid de 1936, un joven llamado Miguel Gila vive con sus abuelos en una pequeña buhardilla, disfrutando de una vida sencilla pero feliz. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil Española cambia por completo su destino. La contienda obliga a Miguel, un joven aparentemente ajeno a los conflictos de la época, a unirse a las fuerzas armadas junto a su amigo Pedro, marcando el inicio de un viaje que lo llevará a enfrentar no solo los horrores de la guerra, sino también a descubrir el poder del humor como una herramienta de supervivencia.
La guerra, con su violencia y sus miserias, someterá a Miguel a situaciones extremas. Desde las batallas en el frente hasta la prisión y el fusilamiento, el joven Gila se ve envuelto en una realidad marcada por el sufrimiento. No obstante, lo que podría haber sido el fin de su historia se convierte en su punto de inflexión. En medio del caos, el joven logra sobrevivir gracias a una particular visión de la vida: su sentido del humor. En lugar de dejarse vencer por el miedo y la desesperanza, Gila utiliza la risa como un refugio que lo protege de la dureza de su entorno. La guerra, la prisión y las amenazas de muerte se convierten en escenario para su ironía y agudeza, elementos que le permiten no solo sobrevivir, sino mantener su dignidad y humanidad intactas.