
Un pequeño y apacible pueblo en Corea se ve sacudido por una serie de asesinatos brutales y misteriosos que desatan el pánico entre sus habitantes. Los crímenes, violentos y sin explicación aparente, parecen alejarse de cualquier lógica que pudiera darles una razón de ser, y a medida que las víctimas se acumulan, los rumores sobre el origen de estos sucesos comienzan a tomar fuerza. La presencia reciente de un anciano extranjero, que vive de manera aislada como ermitaño, despierta las sospechas de los aldeanos, quienes comienzan a relacionar su llegada con el inicio de los asesinatos, alimentando la creencia de que podría estar vinculado de alguna manera a las muertes.
Ante la incapacidad de la policía local para resolver el misterio, la desesperación de la comunidad crece. En lugar de encontrar explicaciones racionales, algunos habitantes del pueblo recurren a creencias más antiguas y a prácticas tradicionales. Se decide buscar la ayuda de un chamán, con la esperanza de que pueda arrojar luz sobre lo que parece ser un mal presagio. La incertidumbre y el miedo se apoderan de la gente, que ya no sabe si enfrentan a un asesino común o a algo mucho más oscuro y sobrenatural.