
Frank Horrigan, un veterano escolta presidencial, es un hombre marcado por el paso del tiempo y las tragedias del pasado. Durante su juventud, se destacó como uno de los guardaespaldas más confiables y cercanos al Presidente John F. Kennedy. Aquellos tiempos de gloria, sin embargo, quedaron atrás después del trágico asesinato de Kennedy, un evento que dejó una huella imborrable en su vida y en su carrera. Muchos años después, Horrigan, ya en la recta final de su carrera, está a punto de retirarse, pero atraviesa una profunda crisis tanto personal como profesional. El peso de los años, los recuerdos y la soledad lo han llevado a cuestionarse su lugar en el mundo.
Sin embargo, cuando parece que su tiempo de servicio ha llegado a su fin, un acontecimiento lo obliga a volver a entrar en acción. Durante una rutinaria investigación de amenazas, Horrigan descubre que un psicópata llamado Mitch Leary ha lanzado una amenaza de muerte contra el actual Presidente de los Estados Unidos. Aunque las amenazas contra el presidente son algo habitual, con un promedio de 1400 amenazas anuales, esta es diferente. Las palabras de Leary no parecen ser simples bravatas. Tras un análisis detallado, se concluye que la amenaza tiene un fundamento real y proviene de una persona altamente peligrosa.
Lo que parecía ser una investigación más se convierte en una misión crítica que pone a Horrigan de nuevo en el centro de la acción. El presidente puede estar acostumbrado a recibir amenazas de todo tipo, pero esta es especialmente perturbadora. Leary, un individuo con una mente trastornada, ha desarrollado una obsesión peligrosa con la figura presidencial. Su perfil psicológico y sus acciones previas dejan claro que no es una amenaza que deba tomarse a la ligera.