En el Francia del año 1386, se desarrolla una trama de honor, justicia y violencia que gira en torno al enfrentamiento entre el caballero Jean de Carrouges y su escudero Jacques LeGris. La historia se desencadena cuando Carrouges acusa a LeGris de haber cometido un grave abuso contra su esposa, Marguerite de Carrouges. La acusación, cargada de emociones y repercusiones, despierta una profunda tensión en la corte.
El Rey Carlos VI, ante la gravedad del conflicto y la falta de pruebas definitivas, opta por una solución drástica y antigua: un duelo a muerte entre los dos hombres. En este combate decisivo, el vencedor se llevará la victoria, pero el resultado también conlleva consecuencias severas. Si el caballero Jean de Carrouges es quien triunfa en el duelo, su honor se restablecerá y Jacques LeGris pagará con su vida por el supuesto delito. Sin embargo, si el escudero Jacques LeGris resulta ser el vencedor, la esposa de Carrouges, Marguerite, enfrentará un castigo brutal: será quemada en la hoguera bajo la acusación de haber mentido y de haber hecho falsas acusaciones.
Este enfrentamiento no solo representa una lucha por la justicia, sino también una cuestión de vida o muerte para Marguerite, cuyo destino está intrínsecamente ligado al resultado del duelo. La decisión del Rey Carlos VI de resolver el conflicto mediante un enfrentamiento físico revela la brutalidad y la dureza de la época, donde el honor y la reputación se defienden con sangre y fuego. En este contexto, la figura de Marguerite se convierte en el centro de un drama en el que su vida y la de los hombres que la rodean están en juego.