
En 1776, en pleno contexto de la Revolución Estadounidense, Benjamin Martin (interpretado por Mel Gibson) se encuentra atrapado entre el pasado y el presente. Este hombre, viudo y con un historial heroico de guerra, se ve sumido en una situación desgarradora al ver cómo las tropas británicas, conocidas como los casacas rojas, arrasan con su hogar y separan a su familia. A pesar de su renuencia a tomar las armas, Martin no puede quedarse de brazos cruzados mientras su país lucha por su independencia y su familia sufre la violencia de la guerra.
El personaje de Martin, marcado por el sufrimiento y la experiencia de las batallas pasadas, representa la figura de un hombre que, a pesar de su desgana, se ve obligado a regresar al campo de batalla. Tras perder a su esposa y enfrentar la invasión británica, el dolor y la rabia lo empujan a unirse a la lucha por la libertad de los colonos estadounidenses. En su travesía, busca reclutar a un grupo de hombres que, como él, son reticentes a tomar las armas, pero que entienden la necesidad de defender sus hogares.
Uno de los elementos clave en la historia es la relación de Martin con su hijo Gabriel (interpretado por Heath Ledger), un joven idealista que, al igual que muchos patriotas, ve en la guerra una oportunidad para luchar por la independencia. El conflicto entre padre e hijo surge por sus diferencias en cuanto a cómo enfrentar la lucha, pero a medida que avanza la trama, ambos se ven unidos por un mismo propósito: obtener la libertad para las generaciones futuras. Sin embargo, la guerra no solo pone a prueba sus creencias, sino también sus corazones, pues la tragedia, la traición y el sacrificio personal se entrelazan con la lucha por la independencia.