
En un futuro no muy lejano, el año 2139 nos presenta una humanidad sumida en una constante espiral de violencia y caos. Los avances tecnológicos y la expansión urbana no han logrado pacificar la sociedad; por el contrario, han generado nuevos desafíos y amenazas que parecen incontrolables. En este contexto sombrío, Estados Unidos alberga tres enormes megaciudades, gigantescas metrópolis que representan tanto el progreso como el deterioro social de la época. De ellas, MegaCity Uno destaca como una de las más pobladas y problemáticas.
MegaCity Uno es un lugar donde la ley y el orden se mantienen al filo de la navaja. La delincuencia organizada, las bandas callejeras, y la corrupción han convertido sus calles en un campo de batalla diario. La policía tradicional es insuficiente para hacer frente a la violencia desbordada, por lo que se creó un cuerpo especial de jueces con autoridad casi absoluta para imponer justicia inmediata. Entre ellos, uno se destaca por su inflexible compromiso y su implacable accionar: el Juez Dredd.
El Juez Dredd no es un hombre común. Es el símbolo de la ley personificada en MegaCity Uno. Su identidad está oculta tras un casco y una armadura que reflejan la dureza y determinación necesarias para sobrevivir y hacer cumplir la justicia en un entorno tan hostil. Dredd opera bajo un código estricto, sin margen para la negociación ni la indulgencia. Su misión es clara: erradicar el crimen y restaurar el orden a cualquier costo.