
En una casa solitaria ubicada en la cima de una colina, vive un hombre que no es como los demás. Fue creado artificialmente por un inventor que, lamentablemente, falleció antes de terminar su obra. Este hombre quedó incompleto, con un corazón sensible pero con tijeras en lugar de manos. Su aspecto inusual y su existencia apartada lo condenaron a una vida de aislamiento, lejos del bullicioso mundo de los suburbios.
Todo cambia cuando una mujer amable, representante del típico entorno suburbano estadounidense, lo descubre durante una de sus visitas como vendedora de cosméticos. Al ver más allá de su apariencia y reconocer su naturaleza inocente y bondadosa, decide llevarlo a su casa, presentarlo a su familia y ayudarlo a integrarse en la comunidad.
Al principio, su presencia causa asombro, curiosidad y cierta fascinación. Sus singulares manos de tijera resultan ser un talento inesperado: recorta arbustos en formas extraordinarias, peina con arte, y hasta se convierte en una sensación en el vecindario. Sin embargo, la aceptación inicial pronto da paso al recelo, la envidia y el miedo. Lo que en un inicio fue visto como una rareza encantadora empieza a volverse incómodo para una sociedad que solo tolera lo diferente mientras sea útil o entretenido.