
En un mundo devastado por un brote zombi, donde la ley ha dejado de existir y la supervivencia es lo único que importa, un joven despierta sin memoria. No sabe quién es, ni cómo llegó hasta allí. Todo lo que lo conecta con su pasado es una imagen borrosa en su mente: el rostro de una mujer. Está seguro de que es alguien importante para él, posiblemente el amor de su vida. Ese recuerdo, por mínimo que sea, se convierte en su motor para seguir adelante.
Mientras intenta encontrar respuestas y mantenerse con vida, el joven se cruza con un hombre endurecido por el apocalipsis. Un superviviente experimentado, desconfiado y de pocas palabras, que ha visto lo peor de la humanidad y ya no cree en mucho. Aunque al principio duda de él, termina aceptando al joven como compañero, más por conveniencia que por compasión. Juntos forman un dúo disparejo: uno busca desesperadamente a alguien que tal vez ya no exista, y el otro simplemente quiere sobrevivir un día más.
A lo largo de su recorrido, enfrentan hordas de zombis, saqueadores y escenarios desoladores que ponen a prueba su resistencia física y emocional. Pero en ese entorno hostil, también nace una extraña camaradería. El joven, con su ingenuidad y esperanza, le recuerda al veterano que no todo está perdido. Y el superviviente, con su experiencia y dureza, se convierte en el guía que el joven necesita para mantenerse con vida.