
Dan O’Grady regresa a Irlanda con una inesperada y sorprendente historia. Después de un viaje que cambiaría su vida, llega cargado con una bolsa llena de oro y una explicación que desafía la realidad: asegura que se la ha robado a un duende. Para muchos, esta afirmación podría parecer una fantasía, una invención de alguien con la imaginación desbordada. Sin embargo, la incredulidad inicial de su esposa se convierte rápidamente en miedo cuando, al abrir una de las maletas, emerge el propio duende, quien, furioso por el robo, la arroja por las escaleras. Este evento marca el inicio de un conflicto entre lo humano y lo fantástico, que pone en juego no solo el oro, sino la seguridad y la cordura de la familia O’Grady.
El duende, criatura mágica y caprichosa, no es un adversario cualquiera. Posee la habilidad de imitar voces humanas, un talento que utiliza para confundir y manipular a quienes se cruzan en su camino. Sin embargo, Dan cuenta con un as bajo la manga: un trébol de cuatro hojas, símbolo de buena suerte y, en este caso, la única arma efectiva para dominar a la criatura. Gracias a este amuleto, logra atrapar al duende y encerrarlo en una caja en el sótano de su casa, tratando de contener el peligro y evitar mayores desgracias.
Pero la historia no termina ahí. Con el paso del tiempo, la presencia del duende se vuelve más que una simple leyenda encerrada bajo tierra. Personas ajenas a los O’Grady, por accidente o curiosidad, liberan al duende de su prisión. Al recuperar la libertad, la criatura no solo busca vengarse de quien le robó su oro, sino que también está decidida a recuperarlo a cualquier costo, desencadenando una serie de eventos donde la astucia y el valor serán puestos a prueba.